Esta práctica va destinada a que una persona que desee expresarse en una lengua extranjera llegue a comportarse de forma operacional o resolutiva.
El acento recae sobre objetivos concretos.
Responde, por ejemplo, a la necesidad de expresarse en el momento en que
se celebra en una sala un acto, una reunión u otras situaciones profesionales,
con el objeto de determinar los elementos que servirán para establecer
una posible colaboración con el otro.
El coaching lingüístico aporta una respuesta concreta a una situación dada.
Los resultados se miden en función de los progresos logrados, frente
a situaciones determinadas. Por ejemplo, participar activamente en un salón internacional o expresarse en otra lengua distinta durante una reunión
en una sala.
Objetivos de la formación
• Poder presentarse y presentar a la empresa
• Poder establecer intercambios con la persona interesada e identificar
elementos de colaboración
• Ser operacional en el marco de cualquier intercambio que se considera
importante para la persona que recibe la formación: reuniones, salones, salas,
entrevistas, encuentros espontáneos, un minuto para presentar lo fundamental,
etc